Día de la Mujer Trabajadora

El cartel más icónico en el día de la mujer trabajadora

Hoy 8 de marzo celebramos el día de la mujer trabajadora y queremos aprovechar para contaros el origen de uno de los carteles más icónicos en este día y que, por sí solo, tiene una fuerza de marketing enorme gracias a su popularidad.

Cartel We Can Do It!

 

Se trata del cartel de «We Can Do It!«, conocido coloquial (aunque incorrectamente) como «Rosie the Riveter«, en castellano «Rosie la remachadora». Y decimos «incorrectamente» ya que éste era otro cartel diferente, como luego veremos y que no se ha podido demostrar la posible influencia que tuvo sobre esta creación artística.

Aunque ambos tienen un interés enorme, «We Can Do It!» cogió fuerza en la década de los 80 cuando se popularizó. Desde entonces ha sido y sigue siendo un símbolo icónico de fuerza y motivación y está estrechamente relacionado con el feminismo.

El cartel es tan popular hoy en día que da la impresión de que, por sí solo, inspiró el fenómeno de «Rosie the Riveter» y motivó a todas las amas de casa durante la Segunda Guerra Mundial. Bien, uno puede pensar esto, pero estaría muy equivocado.

 

 

El cartel no fue nada popular durante la Segunda Guerra Mundial; de hecho, apenas se vio. El cartel saltó a la fama años después de que terminara la guerra, más específicamente a principios de la década de 1980. Esto es lo que sucedió realmente:

Después del ataque japonés a Pearl Harbor, el gobierno de Estados Unidos pidió a los fabricantes que produjeran mayores cantidades de bienes de guerra. La atmósfera en el lugar de trabajo en las grandes fábricas a menudo era tensa debido al resentimiento acumulado entre la dirección y los sindicatos a lo largo de la década de 1930. Los directores de empresas como General Motors (GM) buscaron minimizar las fricciones pasadas y fomentar el trabajo en equipo.

En medio de un clima hostil en las empresas, en 1942, el Comité Coordinador de Producción de Guerra interno de Westinghouse Electric contrató al artista de Pittsburgh J. Howard Miller a través de una agencia de publicidad, para crear una serie de carteles para exhibir a los trabajadores de la compañía.

La intención del proyecto del cartel era elevar la moral de los trabajadores, reducir el absentismo y reducir la probabilidad de disturbios laborales o una huelga en la fábrica. Cada uno de los más de 42 carteles diseñados por Miller se exhibió en la fábrica durante dos semanas y luego se reemplazó por el siguiente de la serie. Entre todos los carteles de «hombres» que enfatizaban los roles tradicionales de hombres y mujeres, estaba este cartel amarillo con una figura femenina fuerte con las palabras «Podemos hacerlo». El cartel se exhibió solo durante febrero de 1943 en la propia empresa y ni siquiera tenía la intención de inspirar a las mujeres a unirse a ella, sino de exhortar a las mujeres ya contratadas a trabajar más duro. Pasado ese tiempo el cartel se llevó a los Archivos Nacionales junto con los demás carteles, de donde fue recuperado en 1982 para un artículo de Washington Post sobre Arte patriótico en carteles. A partir de entonces, se volvió un emblema para la lucha feminista por el mensaje y la actitud de la mujer, sirviendo desde entonces como icono en la defensa de los derechos de las mujeres en la fuerza laboral.

Sobre la mujer que representa el dibujo, aún existen algunas dudas. Durante años se consideró que la obra representaba a una trabajadora de la época llamada Geraldine Hoff Doyle que se encontró reflejada en el dibujo artístico de J. Howard Miller tras encontrar la obra en una publicación de la revista Modern Maturity.

 Más tarde, tras encontrarse nuevas fotografías de la época realizadas por el artista en la Estación Aérea Naval Alameda en California, se identificó a la modelo de la obra como Naomi Parker, una trabajadora de la fábrica en el año 1942 y que aparece en ellas trabajando junto a su hermana. Sin embargo, el dibujo es una creación artística del propio J. Howard Miller que, según relató más tarde el historiador y Charles A. Ruch, a la vez amigo de Miller, éste no tenía por costumbre realizar sus obras a partir de fotografías sino más bien de modelos vivos. En la actualidad parece que se le atribuye el honor de haber servido de inspiración para la foto a Naomi Parker, aunque es algo que no se ha podido determinar totalmente.

Pero, sin lugar a dudas, el mayor mito relacionado con el cartel icónico es la asociación con otro cartel coetáneo titulado «Rosie the Riveter«, que aún hoy se piensa que sirvió de inspiración para el cartel de J.Howard Miller, aunque ambos no tienen nada que ver.

Rosie the Riveter

 

El verdadero póster de «Rosie the Riveter» fue creado por el ilustrador Norman Rockwell, con una mujer sentada en su descanso para almorzar que porta una pistola de remaches en su regazo y una fiambrera con el nombre “Rosie”. El público rápidamente llamó a este cartel «Rosie the Riveter» inspirándose en una canción de 1942 que trataba también sobre el esfuerzo de la mujer en el trabajo de las fábricas de armamento durante la guerra.

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